La Unión Europea se ha marcado un objetivo muy ambicioso con el programa Visión Cero: que los accidentes de tráfico no se cobren víctimas mortales en el horizonte del año 2050. Y una de las herramientas para lograrlo es la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Si no tienes claro qué es y cuándo se pasa la ITV, te lo explicamos todo en este post.
Por cierto: para pasar la ITV es necesario haber contratado un seguro de coche o un seguro de moto. Si en una estación de ITV comprueban que nuestro vehículo no está asegurado, el resultado de la inspección será desfavorable. ¡Conviene saberlo!
¿Qué es la ITV?
En España, los orígenes de la ITV se remontan a principios del siglo XX. Por aquel entonces, a nuestro país comenzaban a llegar los primeros vehículos a motor, que debían ser sometidos a una pequeña revisión para comprobar que no presentaban problemas.
Ya en 1924, la legislación española estableció que era obligatorio inspeccionar el alumbrado de los vehículos. Y una década después se consideró que también había que verificar el estado del motor y de los frenos.
Con la llegada de los años 60, el parque móvil español fue creciendo. Y se juzgó necesario que los vehículos superasen una ITV en estos casos:
- Antes de la matriculación. De esta manera, tras comprobarse las características y el estado del vehículo, se emitía la correspondiente documentación. Y se garantizaba que el mismo podía circular con seguridad.
- Después de que un vehículo fuese objeto de una reforma o una reparación importante.
- Tras sufrir un accidente de tráfico.
Pero fue en la década de los 80 cuando se robusteció la normativa de la ITV. Concretamente, con la publicación del Real Decreto 2344/1985. El mismo regulaba la Inspección Técnica de Vehículos y determinaba que coches y motos particulares tenían que pasar la ITV a los cinco años de su matriculación. Luego, en función del tipo de vehículo y servicio, se fijaban unas inspecciones periódicas.
¿Cuál es el objetivo de la ITV y cuándo hay que pasarla?
Posteriormente, la regulación de la ITV introdujo algunas modificaciones a través del Real Decreto 920/2017. Un texto en el que queda claro el objetivo de la ITV: “La inspección técnica de vehículos forma parte de un régimen diseñado para garantizar que los vehículos estén en buenas condiciones desde el punto de vista de la seguridad y el medio ambiente”.
Respecto a cuándo se pasa la ITV, la citada norma establece las siguientes periodicidades para los vehículos particulares:
- Ciclomotores. Tienen que pasar su primera inspección tres años después de haber sido matriculados. Y después, cada dos años.
- Motocicletas y cuadriciclos. Están obligados a pasar la primera ITV a los cuatro años de su matriculación. Y a partir de ahí, cada dos años.
- Turismos. Deben pasar su primera ITV cuatro años después de su matriculación. Seguidamente, cada dos años. Y cuando tengan más de 10 años tendrán que acudir a la inspección anualmente.
Por su parte, al tener una consideración especial, los vehículos históricos han de superar la ITV con la siguiente frecuencia:
- Con una antigüedad de hasta 40 años: bienal.
- Con una antigüedad de entre 40 y 45 años: trienal.
- Con una antigüedad superior a 45 años: cuatrienal.
Factores a tener en cuenta cuando pases la ITV
Bueno, ya sabes para qué sirve la Inspección Técnica de Vehículos y cuándo se pasa la ITV. Si es la primera vez que vas a acudir a una estación de ITV, nuestro primer consejo es que no descuides el mantenimiento de tu coche o moto. Si cumples las revisiones del fabricante, tu vehículo se encontrará en perfecto estado de revista.
Y la segunda recomendación es someter al vehículo a una pre-ITV en un servicio oficial posventa o un taller de confianza. Sus profesionales se encargarán de revisar todos los puntos que inspeccionan en la ITV. De esta manera, podrás pasarla favorablemente.
¿Cuáles son los defectos más habituales de coches, motos y ciclomotores?
Si llegados a este punto del post te preguntas cuáles son los defectos más habituales en la ITV, estos son los que suelen detectarse en los coches:
- Alumbrado y señalización. Fallos en bombillas, pilotos, calibración del haz de luz…
- Cinturones de seguridad. Pretensores y anclajes.
- Dirección. Holguras, alineación defectuosa y vibraciones.
- Ejes. Alineación incorrecta.
- Emisiones. Mayor nivel de emisiones acústicas y contaminantes de las permitidas.
- Exterior del vehículo. Partes sueltas o con indicios de que puedan desprenderse de la carrocería.
- Matrícula. Desperfectos y mala legibilidad.
- Motor y transmisión. Deficiencias en soportes y silentblocks para reducir las vibraciones.
- Neumáticos. Estado y profundidad del dibujo de la banda de rodadura.
- Sistema de frenos. De manera especial, los defectos se concentran en las pastillas. Y también en discos, tambores y conductos del líquido.
- Suspensión. Amortiguadores, rótulas y muelles.
En cuanto a las motos, algunos defectos son comunes a los de los automóviles. Y, además, presentan otros específicos. Entre ellos:
- Latiguillos de freno. Si no son los originales, se considerará una reforma y la moto deberá pasar una ITV especial.
- Manillar. Lo mismo sucede con el manillar. Cambiarlo es una reforma y ello conlleva presentar documentos acreditativos.
- Retrovisores. En el supuesto de que se reemplacen por otros, los nuevos han de estar homologados.
- Portamatrículas. Debe ser el original y tener la inclinación reglamentaria.
Finalmente, los ciclomotores también son inspeccionados de forma minuciosa. En este tipo de vehículos, los operarios prestan especial atención a estos defectos:
- Escapes. Algunos usuarios de ciclomotores cambian el escape original. En muchos casos, el resultado es un vehículo que supera los límites legales de emisiones acústicas y contaminantes.
- Velocidad. Si en la estación se demuestra que un ciclomotor supera los 45 km/h, no superará la inspección.
¿Qué documentación hay que presentar en la estación de ITV?
Si después de saber cuándo se pasa la ITV, y qué partes del vehículo tienes que revisar, te toca acudir a una estación, te recomendamos solicitar cita previa. Y acudir el día y la hora señalados con esta documentación:
- DNI.
- Permiso de circulación.
- Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos (ficha técnica).
Recuerda que no es posible pasar la ITV sin seguro. Por lo tanto, tu vehículo tiene que estar asegurado. Y aunque en la estación pueden comprobarlo telemáticamente, es aconsejable llevar el recibo que justifica el pago de la póliza. ¡No lo olvides!
Resultados de la ITV: favorable, desfavorable y negativa
Bien: ya has presentado la documentación y tienes que llevar tu vehículo a una de las líneas de la estación. Llega la hora de la inspección… Y esta última puede saldarse con alguno de estos resultados:
- Favorable. Has superado la inspección sin defectos o con defectos leves. Tu vehículo es seguro y respetuoso con el medio ambiente. Ya sea un coche, una moto o un ciclomotor, recuerda poner la pegatina en un sitio visible.
- Desfavorable. El vehículo queda inhabilitado para circular por las vías públicas, excepto para acudir a un taller. Subsanadas las deficiencias, volverá a pasar la ITV en un plazo no superior a dos meses.
- Negativa. A diferencia del anterior resultado, el vehículo tiene que ser trasladado al taller en una grúa. El propietario tendrá un plazo de dos meses para volver a presentarlo en la estación. Si lo supera deberá realizarse una ITV completa.
Es importante saber que no se puede conducir con una ITV negativa. Hacerlo supone una multa económica y la inmovilización del vehículo.
¿Qué pasa si se nos olvida pasar la ITV?
Esperamos que después de leer este post tengas claro cuándo se pasa la ITV. Si se te olvida y un agente de tráfico lo detecta, la multa oscila entre 200 y 500 euros. Y la cosa puede ponerse peor aún si causas un accidente de circulación sin haber pasado la inspección.
En situaciones así, tu compañía aseguradora asumirá los gastos de los daños que provoques a terceros. Pero luego podría reclamártelos. Y no solamente eso. Además, lo más probable es que no cubra los daños que sufras tú y tu vehículo. Por ello, no es buena idea olvidarse de pasar la ITV.