Si estás valorando la posibilidad de arrendar una vivienda y no sabes muy bien cómo hacerlo, te ofrecemos unos consejos para alquilar tu casa con seguridad. Desde estudiar la solvencia del inquilino hasta cumplir la normativa asociada a este tipo de operaciones inmobiliarias, nuestras recomendaciones te ayudarán a evitar ciertos riesgos. ¡Toma nota!
¿Cómo alquilar una casa de forma segura?
Según datos de Eurostat, oficina estadística de la Comisión Europea, casi el 25% de los españoles vivía en un piso de alquiler en 2020. Dos años después, algunos estudios señalan que dicho porcentaje se ha incrementado al 26%. Y los expertos del sector inmobiliario prevén que la tendencia continúe al alza: cada vez habrá más ciudadanos que opten por el arrendamiento.
Como verás, hay demanda… Pero quizás sientas alguna inquietud y por eso no te decides a poner tu vivienda en el mercado. ¿Tienes miedo a que el inquilino no te pague o cause desperfectos en el inmueble? ¿No sabes qué papeles son necesarios para arrendar? Si te haces estas y otras preguntas, con estos 10 trucos podrás alquilar tu casa con seguridad.
1. Tramita la cédula de habitabilidad y el certificado energético
Al alquilar una vivienda es necesario tener una cédula para demostrar que reúne unas condiciones mínimas de habitabilidad. Para tramitarla necesitarás contratar los servicios de un arquitecto o aparejador colegiado. Y algunos ayuntamientos permiten sustituir este certificado por una declaración responsable.
Igualmente, tendrás que ponerte en contacto con un técnico autorizado para obtener un certificado de eficiencia energética. Es obligatorio aportarlo en las operaciones de compraventa o alquiler.
2. Selecciona tus inquilinos y estudia su solvencia
Como te explicamos en otro apartado del post, es importante que selecciones a los inquilinos cuando ofertes tu vivienda. Y una vez que los hayas elegido, asegúrate de conocer su capacidad económica, estabilidad laboral, posibles deudas, etc.
3. Haz un inventario de bienes con fotografías
Antes de redactar el contrato de alquiler, haz un inventario con fotos que refleje todo lo que se encuentra en la casa y su estado: aparatos de calor o climatización, electrodomésticos, muebles… Te servirá por si tuvieses que reclamar algún daño al inquilino.
4. Redacta un contrato legal y detallado
Seguidamente, redacta un contrato legal en el que aparezcan detallados los siguientes puntos:
- Nombre y apellidos, DNI y datos de contacto de propietario e inquilino.
- Información de la vivienda: dirección, nombre del titular, referencia catastral, etc.
- Tipo de contrato de alquiler –lo normal es que sea vivienda habitual–.
- Duración del contrato, entrada en vigor, tiempo mínimo de alquiler y plazo de preaviso para rescindir el contrato. Recuerda: los contratos tienen una duración mínima de cinco años. Y un inquilino puede marcharse a los seis meses si avisa con 30 días de antelación.
- Cláusulas: precio de la mensualidad, forma de pago, fianza, indemnización por dejar la casa antes de la finalización del contrato, tenencia de animales de compañía, prohibición de subarrendamiento, pago de la comunidad, contratación de seguro de hogar...
- Pago de suministros.
- Fecha, firma y lugar donde se ha celebrado el contrato.
5. No incluyas cláusulas ilegales
Algunos contratos de alquiler contemplan cláusulas como un aumento de la permanencia mínima, avisar con 60 días de antelación para rescindir el contrato o pagar por anticipado más de una mensualidad. Ojo: este tipo de condiciones ilegales pueden volverse en contra del propietario.
6. Deja claro quién paga cada suministro
Como se ha comentado anteriormente, en un contrato se debe especificar quién paga los suministros. Para ahorrar gastos, una buena idea es mantener la titularidad de los mismos y facilitar el número de cuenta bancaria del inquilino a los proveedores de Internet, gas, electricidad o agua.
7. Especifica cómo se satisfacen los impuestos
Asimismo, es fundamental que no haya dudas sobre los impuestos:
- En el contrato se habrá de precisar cuál de las partes se hace cargo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o de la tasa de basuras.
- El inquilino estará obligado a pagar el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) tras la firma del contrato.
- Y tú, a incluir el arrendamiento en la declaración de la renta –en la que podrás desgravarte gastos asociados a la vivienda–.
8. Solicita un mes de fianza
Del mismo modo, para alquilar tu casa con seguridad tendrás que solicitar un mes de fianza y depositar la cantidad entregada en tu Comunidad Autónoma a través de los canales habilitados para tal fin. Encontrarás todos los detalles de la fianza, y de las garantías complementarias que pueden pactarse, en la Ley de Arrendamientos Urbanos.
9. Confía en profesionales
Si llegados a este punto te abruma tanto papeleo y temes incumplir la ley, lo mejor es que confíes en los profesionales de una inmobiliaria. Ellos se encargarán de anunciar tu vivienda, gestionar las visitas, seleccionar los inquilinos, redactar el contrato, asesorarte legalmente, etc.
10. Contrata un seguro de impago de alquiler
En cualquier caso, contrata un seguro de impago de alquiler. Protege a los propietarios de un inmueble si sus inquilinos no pagan la mensualidad. Y cubre el pago de las rentas que se hayan establecido en la póliza. ¡Así dormirás más tranquilo!
La mejor forma para tener éxito al alquilar tu casa
Por cierto, otro aspecto que debes considerar para alquilar tu casa con seguridad es la manera de darla a conocer. Si no sabes cómo, pon en práctica estas recomendaciones. ¡Éxito asegurado!
- Estudia los precios de la zona y establece una mensualidad razonable y competitiva.
- Anuncia la vivienda en portales inmobiliarios que te transmitan confianza. Y si estás buscando un perfil de inquilino determinado, precísalo (p. ej., familias, parejas sin hijos, singles, estudiantes…).
- En el anuncio destaca las principales características de la casa: superficie habitable, número de habitaciones y baños, terraza, luminosidad, etc.
- Y también detalles como ascensor, garaje comunitario, trastero, transporte público o colegios en las proximidades, etc.
- Acompaña una buena redacción con fotografías que muestren lo mejor del inmueble. Y no intentes maquillarlas con programas de edición de imágenes.
- Procura tener el inmueble limpio, sin desperfectos, pintado y ordenado. Será tu mejor carta de presentación.
- Por último, sé amable y transparente con quienes lo visiten. ¡Pueden ser tus futuros inquilinos!
¿Cómo es el inquilino ideal?
En cuanto a cómo es el inquilino ideal, está claro: aquel que paga puntualmente su mensualidad, no causa daños en la vivienda, se muestra amable con los vecinos… Para procurar que un arrendatario no sea problemático, es recomendable poner en práctica estos consejos:
- Analizar la solvencia del inquilino. Ya se ha hecho hincapié en este asunto al principio del post. Conocer su profesión e ingresos, preguntarle si dispone de avalistas o consultar el fichero de morosos facilita hacerse una idea de su situación económica.
- Cuidar al arrendatario. Mantener una buena relación con el inquilino es primordial. Ello facilitará ser flexibles a la hora de realizar una reparación o mejora en la vivienda.
- Desconfiar de quienes se ofrecen a pagar varias mensualidades por adelantado. Los expertos inmobiliarios aconsejan ser precavidos con este tipo de inquilinos.
Para alquilar tu casa con seguridad, la clave estará en que generes una relación de confianza con el inquilino. De esta manera propiciarás un ambiente de respeto y entendimiento mutuos que evitará conflictos entre ambas partes.