Hacer una revisión básica del coche de vez en cuando es muy necesario para así no tener ningún imprevisto en la carretera. Es recomendable que lo llevemos con una adecuada periodicidad al taller y, evidentemente, cada vez que observemos cualquier anomalía también debemos acudir cuanto antes al mecánico.
En cualquier caso, te vamos a explicar cómo has de cuidar tu vehículo y cuándo deberías llevarlo para que lo revisen y, de esta manera, asegurarte de que todo está correcto para que tú y los tuyos podáis viajar con la máxima tranquilidad.
¿Cómo hacer una revisión básica del coche?
Es muy común hacer una correcta revisión del coche y una puesta a punto justo antes de hacer un viaje largo. Aun así, tampoco es necesario un motivo de peso para animarnos a llevar el coche al mecánico para realizar una rápida revisión, sobre todo si hacemos con él un uso intenso. Los aspectos más comunes que un mecánico acostumbra a examinar en un coche son:
- La suspensión: este elemento es clave para que los frenos puedan dar lo mejor de sí. Quizás no sepas que las partes elásticas suelen comenzar a empeorar su rendimiento a partir de los 30.000 kilómetros y, en consecuencia, es muy probable que cada 50.000 kilómetros se necesite sustituirlos o reajustarlos.
- Líquido de frenos: todos los líquidos del vehículo deben verificarse con una cierta periodicidad para asegurarnos de su correcto estado. Tampoco conviene olvidarnos de los discos de freno. De esta manera, si el conductor aprecia una vibración al presionar el pedal de freno o que se hunde más de lo habitual, esto puede ser indicativo de un problema y debemos revisarlo de inmediato.
- Los neumáticos: en las ruedas se encuentra, en gran parte, la seguridad del vehículo, dado que si se encuentran en mal estado o no se adhieren lo suficiente a la carretera, pueden sufrir un peligroso reventón. Por lo tanto, conviene echarles un ojo, especialmente si la banda de rodamiento ha perdido profundidad y ha quedado desdibujada. Así, conviene sustituirlos cuando llegue a los 3 mm. Otra cosa que debemos vigilar es la presión de las ruedas, ya que se recomienda verificarla cada 2.000 kilómetros.
- El aceite del motor: este detalle debemos comprobarlo cada 1.000 kilómetros y, por supuesto, cada vez que vayamos a llevar a cabo un largo viaje.
- Luces: No contar con un alumbrado en buen estado, puede provocar que nuestra seguridad durante las horas nocturnas o en días de niebla se vea seriamente comprometida. De este modo, es necesario comprobar que los faros están alineados y que irradian una luz óptima. Así que no olvides examinar las luces de posición, cruce, carretera, freno, marcha atrás, así como intermitentes y antinieblas.
- La batería: se calcula que el 90 % de los fallos de los coches se deben a deficiencias en el sistema eléctrico. Además, el 40 % se achacan a un mal funcionamiento de la batería. Sin duda, y a la luz de estos datos, sería una buena idea examinar también su estado para evitar desagradables sorpresas y contratiempos.
- La correa de distribución: este elemento se ocupa de la sincronización de los cuatro tiempos del motor (admisión, compresión, expansión y escape), además de la apertura y el cierre de las válvulas, sin olvidar el encendido de las bujías en los vehículos de gasolina o la inyección en los diésel.De este modo, sobra decir que merece toda nuestra atención en cualquier revisión que se hagamos.
- Sistemas de escape y catalizadores: si no funciona adecuadamente, no solo no afectará al rendimiento del vehículo, sino que además gastaremos más combustible y, para colmo, las emisiones de CO2 de nuestro vehículo serán mayores.
- Limpiaparabrisas: Es uno de los elementos a tener en cuenta, sobre todo en época de lluvias como es la temporada de otoño-invierno. Al fin y al cabo, las malas condiciones de visión, pueden provocarnos un grave accidente. Por lo tanto, procura que las escobillas se encuentren en buen estado para que puedan limpiar con eficacia la luna del automóvil.
¿Cuándo se tiene que hacer una revisión de coche?
Saber cuándo tenemos que hacer una revisión de nuestro coche es una de las grandes preguntas que nos hacemos muchos propietarios.
Lo cierto es que gracias a la revisión del coche logramos no solo una conducción más segura, sino también salir al paso de posibles averías cuya reparación suele ser mucho más costosa que si optamos por seguir una táctica de prevención. Además, el precio de la revisión del coche no suele ser muy elevado, ya que se trata de un mantenimiento y no es frecuente que sea necesario realizar reparaciones de calado.
En cualquier caso, ya te adelantamos que el coste de la revisión de un coche suele aumentar conforme pasan los años. Así, las revisiones hasta los 30.000 kilómetros se sitúan alrededor de los 155 euros, mientras que en la revisión de 60.000 kilómetros podemos hablar de 20 o 30 euros más.
De esta manera, con carácter general, los expertos aconsejan que la primera revisión del coche se efectúe a los 5.000 kilómetros, la segunda a los 10.000 y a partir de ahí, cada 15.000 o 20.000 kilómetros, según valoremos su estado o frecuencia de uso.
A esto se añade que tras épocas de fuerte calor, como el verano, en el que el automóvil ha estado expuesto a las altas temperaturas, puede ser una buena idea acudir al mecánico, pues el calor perjudica al motor y no es raro que haya hecho mella en alguno de sus elementos.
Por supuesto, si tienes por delante una ITV, también harías bien en acudir previamente al taller para que examinen el vehículo a fin de asegurarte de que todo está conforme y no habrá, en suma, problema alguno a la hora de pasarla. De lo contrario, corremos el riesgo de que no sea aprobado y nos toque regresar para cumplir con el trámite. Recuerda que sin la correspondiente ITV ningún vehículo puede circular. Para un buen mantenimiento de nuestro coche, es conveniente saber cómo y cuándo pasar la ITV del vehículo. No hay que olvidar que los coches de más de cuatro años deben pasarla bienalmente, mientras que a partir de los diez años, se realiza con carácter anual.
Sin duda, contar con un taller de confianza que nos brinde su profesionalidad y al que podamos formularle todas las preguntas que consideremos, resulta de gran utilidad. Así que déjate asesorar por tu mecánico, ya que él te ayudará a mantener tu coche ‘en plena forma’.