Hay algunas malas prácticas que pueden acarrear accidentes con terceros vehículos, ciclistas, motos o incluso peatones. Así, se olvida, por ejemplo, cómo funciona la preferencia de paso en una rotonda pocos años después de salir de la autoescuela. Vamos a tratar de identificar algunos de estos errores más comunes al conducir con el propósito de mejorar la seguridad de todos en la carretera.
¿Qué evitar mientras conducimos?
Es muy probable que reconozcas algunos de los errores de conducción que detallamos a continuación en tu rutina diaria:
- No señalizar las maniobras: Tendemos a conducir sin avisar a los demás de que vamos a adelantar o doblar hacia cualquier otra vía. Informar de nuestros movimientos es crucial para evitar accidentes al volante, pero solemos obviar estos detalles de suma importancia con el tiempo. Eso por no mencionar que el uso de intermitentes es siempre obligatorio y que no emplearlos cuando corresponde puede conllevar multas de hasta 200 euros dado que se considera una infracción grave según el artículo 108 del Reglamento de Circulación.
- No respetar la distancia de seguridad: Nunca podemos saber si el coche que nos precede va a realizar alguna maniobra extraña e incluso frenar repentinamente. No hay que olvidar que no respetar esta distancia reduce nuestro margen de tiempo para reaccionar y evitar un posible accidente. Por este motivo, conviene mantener siempre una distancia de dos segundos de distancia con el coche de delante e incluso el doble (4 segundos) si estamos conduciendo en situaciones de mala visibilidad como niebla, lluvia o de noche.
- Circular por el carril central: Estamos ante una de las dudas más recurrentes y que más discusiones genera al volante, pues no todo el mundo tiene claro qué es lo correcto. Al respecto, debemos traer a colación lo estipulado en el Código de Circulación que recoge que tanto en carreteras, como autopistas y autovías los vehículos deben circular siempre por el carril derecho. Pero se tiende a ocupar el central lo cual puede entorpecer la circulación al resto de vehículos ya que se suelen realizar maniobras tan incorrectas como adelantamientos por la derecha o dobles cambios de carril.
- Utilizar el claxon sin motivo aparente: Su cometido es alertar al resto de vehículos acerca de peligros existentes en la vía. De hecho, utilizarlo de manera indebida puede acarrear una multa de 80 euros tal y como viene recogido en el artículo 110 del Reglamento General de Circulación. Asimismo, y de semejante naturaleza, es la prohibición de pitar o hacer ráfagas con las luces de largo alcance. Hacerlo puede sobresaltar al resto de conductores y producir incluso un accidente, dado que pueden reaccionar de manera inesperada.
- Incorporarse de manera progresiva a la carretera: Debemos hacerlo con la adecuada trayectoria y velocidad. De esta manera, los vehículos que circulan por ella podrán facilitarnos en la medida de lo posible la incorporación.
- Distraerse observando el paisaje o para curiosear en un accidente: Hay quien incluso se detiene en el arcén para mirar lo que sucede. En más de una ocasión se han registrado nuevos accidentes porque algunos coches han parado indebidamente.
- No respetar los pasos de cebra: No es necesario que un semáforo en rojo nos obligue a detenernos. En cuanto nos percatemos de que un peatón está aguardando a cruzar por alguno de ellos debemos parar para permitirle el paso.
- Revisar la colocación de los espejos cuando estamos ya con el coche en marcha. Esta práctica es peligrosa ya que nos distrae de la conducción. Lo correcto es dedicarnos a esta tarea antes de ponerlo en funcionamiento.
- Llevar objetos sueltos en el coche, pues en caso de frenazo o accidente pueden convertirse en auténticos proyectiles, ya que saldrán volando e impactarán contra cualquier pasajero o elemento del coche causando más daños.
¿Cómo prevenir un accidente de coche?
Por lo tanto, para mejorar la seguridad en la conducción todas estas conductas deben ser corregidas cuanto antes. No obstante, hay mucho más que podemos hacer para evitar accidentes.
Presta atención a las siguientes recomendaciones. Algunas de ellas, por cierto, son básicas en la educación vial, pero en ocasiones las pasamos por alto:
- Mantén en buen estado los neumáticos, además de comprobar de manera periódica el nivel de los líquidos, los frenos, la suspensión, los faros o los limpiaparabrisas.
- Respetar los límites y recomendaciones de velocidad, así como cualquier otro tipo de señal.
- Ponernos siempre el cinturón de seguridad y usar las sillas homologadas correspondientes en caso de niños.
- No realizar adelantamientos peligrosos.
- No consumir alcohol o drogas al volante pues merma nuestras capacidades de conducción, tan valiosas a la hora de evitar percances. A esto se suma que es una conducta multada con cuantiosas cantidades. En este sentido, podemos hacernos eco de lo recogido en la Memoria del Instituto Nacional de Toxicología. Alcohol y drogas, donde se asegura que el alcohol multiplica por 25 el riesgo de accidente cuando su presencia en sangre alcanza entre 1,5 y 2,4 gr/l.
- Efectuar los descansos pertinentes, sobre todo en caso de tener por delante un largo viaje, además de comer evitando las comidas copiosas que pueden ocasionar sopor y dormir de manera correcta.
- No encender las luces del interior del vehículo dado que pueden deslumbrarnos. Debemos hacerlo solo cuando sea estrictamente necesario y por un periodo corto.
- Mira más a menudo por los retrovisores para vigilar si viene algún vehículo detrás. La recomendación es hacerlo al menos una vez cada 10 segundos.
- Cuidado al salir del garaje, especialmente con los viandantes de corta edad dado que salen corriendo y apenas tenemos tiempo a reaccionar.
¿Cómo conducir de forma segura?
Lo cierto es que la lista de recomendaciones que pueden favorecer la seguridad en el coche es amplia. A modo de conclusión, podemos añadir las que siguen:
- Procurar ser respetuosos con todos los usuarios de la vía, ya sean otros conductores, ciclistas, motoristas o peatones. En caso de sufrir un accidente, mantener la calma en todo momento. No conviene que nos dejemos llevar por los nervios del momento.
- Llevar siempre los papeles en regla y correctamente organizados. Por supuesto, un seguro de responsabilidad civil no solo es obligatorio según la legislación vigente para poder circular por las calles, sino también son necesarios porque nos brindan tranquilidad con sus coberturas. Las opciones posibles son un seguro de coche a terceros básico (que apenas ofrece garantías y se ciñe prácticamente a cumplir con lo dispuesto por la ley), a terceros ampliado (que mejora los servicios contratados) y una póliza a todo riesgo (de coberturas amplias y donde cualquier eventualidad está cubierta). Recuerda, asimismo, que entre esta documentación no debe faltar la licencia de conducir, el permiso de circulación o la I.T.V.
- Ten cuidado con la conducción automática. En concreto, nos referimos a esos trayectos que efectuamos a diario en los que apenas prestamos atención a los detalles. Por lo tanto, procura evitarla dado que los accidentes en estos itinerarios están a la orden del día precisamente debido a esta circunstancia que acabamos de explicar.
En conclusión, mejorar la seguridad vial y que nuestras carreteras concentren el menor número posible de accidentes es una cuestión que depende en gran parte de nosotros. En Cleverea estamos seguros de que entre todos ¡lo conseguiremos!