¿Cuánto cuesta poner un chip a un perro?
En términos de seguridad para nuestro perrete, de cumplir con la legislación y evitar sustos, cualquier precio es bueno. Pero si te preocupa el coste de poner el chip a tu perro, calma: es asequible. Puede rondar los 30€ o 40€, y es algo que se hace una vez y sirve para el resto de la vida del peludo. No es para tanto, ¿no?
Ten en cuenta que si has adoptado y el perro ya tiene el chip, solo tendrás que cambiar los datos para que esté todo a tu nombre. Ese trámite puede costar unos 15 €.
¿Cuándo es obligatorio poner chip a los perros?
Aquí la cosa varía en función de si es un cachorro o un adulto. Así, los cachorros deben tener el chip puesto como máximo a los 3 meses desde su nacimiento. Los perros adultos es mejor chiparlos cuanto antes, pero el plazo obligatorio es antes de que se cumpla el mes de adopción.
Sobre la duda frecuente de a qué edad se le pone el chip a los perros, aunque no es aconsejable hacerlo en recién nacidos, sí se puede poner a partir de las seis semanas.
Y, por si quedan dudas, aprovechamos para dejarlo bien clarito: sí, es obligatorio el chip en los perros. Lo dice la Ley de Bienestar Animal 2023. Y, aunque no lo fuera, es lo mejor para evitar pérdidas, robos y abandonos.
¿Qué información tiene el chip de un perro?
Seguro que te lo has preguntado alguna vez, porque es algo que puede costar entender de primeras. Entonces, ¿Cómo es el chip de los perros? Cuando hablamos de chip nos referimos a un dispositivo muy pequeño, tanto que es del tamaño de un grano de arroz. Sentimos decirte que tu perro no se va a convertir en biónico ni nada por el estilo porque se lo pongan 🤖 Así, una vez que el vete lo introduce en la piel del cuello de nuestra mascota es casi imperceptible, y solo se podrá leer su contenido con un lector de chips capaz de escanearlo.
Como decíamos, el chip es el equivalente al DNI en los humanos. Incluye un código con quince números, que identifican a nuestro perro y que lo asocian a nuestros datos. Entre ellos están:
- Nombre del animal.
- Raza.
- Sexo.
- Aptitud.
- Nombre y apellidos del dueño.
- Teléfonos de contacto.
- Dirección.
Toda esta información está recogida en una base de datos nacional como es el RIAC (Registro de Identificación de Animales de Compañía), en donde también están localizados gatos, hurones y demás animales chipados.
¿Y qué pasa si me cambio de casa o de teléfono? ¿Cómo lo cambio en el chip? Pues es bien fácil: si te mueves dentro de tu Comunidad Autonóma, solo necesitas notificarlo al registro. Puedes hacerlo con la ayuda de tu veterinario, y es una gestión sin coste. En caso de que te traslades a otra Comunidad Autónoma, será necesario darte de baja en la actual, ya que cada comunidad tiene su propia base de datos. Posteriormente, deberás dar de alta a tu mascota en la nueva. Si tienes dudas, en la clínica veterinaria te las resolverán.
¿Cuánto tiempo dura el chip en los perros?
El chip para perros está diseñado para durar toda la vida del animal. Es un dispositivo muy sencillo, que no consume energía y, simplemente, está alojado en la piel del perro. No provoca efectos secundarios, y es completamente seguro. Es más, sería muy raro que dejara de funcionar, puesto que su durabilidad llega a los 25 años. Ojalá los perretes vivieran eso o más, pero nos tememos que no.
Como ves, ponerle el chip a tu perro es un trámite de lo más simple. Una visita al veterinario y, ¡listo! Recuerda que es obligatorio, y que no ponérselo supone cometer una infracción grave al no identificar correctamente al animal. Las multas pueden ir desde los 10.000 € a los 50.000 €, o sea que mejor no arriesgar ni tu bolsillo ni su seguridad, ¿no crees?