Consejos para cuidar los neumáticos de la moto
- Reemplaza tus ruedas por unas de invierno, sobre todo si transitas por una zona en la que son habituales las nevadas y el riesgo de heladas. Nunca debemos cometer el error de escatimar en neumáticos, ya que nos va la vida en ello. Eso sí, recuerda que cuando llegue el buen tiempo deberás regresar a las antiguas para que no se desgasten rápidamente.
- Revisa los neumáticos con regularidad, ya que así podrás detectar cualquier anomalía en la goma antes de que vaya a más y puedas sufrir un accidente. Hazlo cuando regreses de algún trayecto y asegúrate también de que presentan el equilibrado y alineado adecuados, así como la válvula en un óptimo estado. Además de estar atento a cualquier tipo de golpe o deformación, debes prestar atención al dibujo. A estas alturas ya sabrás que una buena adherencia depende de este factor. No dudes en cambiarlos cuando rebasan el límite legal de 1’6 mm de profundidad. Para averiguarlo puedes recurrir a un sencillo truco consistente en introducir de canto una moneda de 1 €. Si se queda en su interior, no será necesario reemplazarlos por unos nuevos neumáticos.
- Recuerda que debes llevar cadenas en el maletero, especialmente si se aproxima un temporal de nieve y resides en plena montaña. Además de ser obligatorias para la circulación en caso de nevadas, las cadenas ayudarán a proteger el neumático.
- Las ruedas de nieve para motos invierno son también excelentes llegada esta época, ya que no son solo para conducir sobre la nieve o el hielo, sino también para usarlas cuando las temperaturas bajan de los 7°C. Te recomendamos que las instales en octubre o cuando adviertas un descenso evidente de las temperaturas y cámbialas cuando el termómetro rebase los 12°C.
Revisar bien los frenos de tu moto
Los frenos es otro aspecto que no debemos descuidar, sobre todo con la llegada del invierno, ya que las carreteras se mojan, y se suelen echar sales sobre el asfalto para evitar las heladas. Es entonces cuando la combinación del agua con la suciedad junto con las sales pueden acabar empapando los discos de frenos e incluso la cadena. Todo ello resulta un cóctel muy perjudicial que solo podremos evitar lavando con frecuencia la moto.
Eso sí, hazlo con agua fría y no cometas el error de usarla caliente, pues aceleraría la corrosión. Conviene ser especialmente meticuloso con las partes metálicas, los bajos, además de por los ya nombrados discos de freno y la cadena. Después puedes colocar aceite de silicona para conseguir una capa de protección invisible que le sentará de maravilla a tu moto.
También debemos comprobar el tacto de los frenos de vez en cuando. A esto se añade que el líquido de frenos puede coger humedad.
¿Qué presión necesitan los neumáticos de tu moto?
Este factor es fundamental y no podemos dejarlo pasar por alto. Te recordamos que el frío afecta en gran medida a la presión de las ruedas, de tal manera que cuanto más frío haga, más presión perderá la rueda. Se estima que por debajo de 10 grados, se reduce la elasticidad de la goma. Y cada 5 grados de reducción, la presión desciende 0’07 bares.
Conviene tener muy en cuenta las recomendaciones del fabricante. Esta información la encontrarás en los siguientes documentos:
- En el manual de usuario del vehículo;
- En las recomendaciones del fabricante o en una guía profesional de motos.
Pero no olvides que un inflado insuficiente puede perjudicar a la conducción y provocar un desgaste desigual en los neumáticos. Atención también al inflado excesivo. Por cierto, el mejor momento para comprobar la presión de los neumáticos es cuando estén "fríos"; es decir, después de haber recorrido al menos 3 kilómetros.
Extra: revisar las luces, la batería y cuida de tu moto
Por supuesto, en tu repaso no debes dejar de lado aspectos como las luces. Examínalas antes de salir, solo te llevará un minuto. Nadie quiere ser invisible para el resto de usuarios de la carretera y, sin duda, los días de invierno son muy cortos, así que necesitas que no te fallen.
No te despistes tampoco con la batería, ya que funcionan con química y el frío reduce su actividad, y pueden perder por ello parte de su capacidad y voltaje.
Si además, tu moto duerme en la calle, hay que ser un poco más observador y echar vistazos frecuentes para encontrar posibles desperfectos, sobre todo si las temperaturas se vuelven extremas. En este último caso, si es posible, utiliza una funda impermeable protectora para que la proteja de la intemperie y reduzca la condensación, ya que con el tiempo esa humedad puede ocasionar corrosión. A su vez, cuida de tu equipamiento para conducir tu moto en invierno y circula siempre seguro y cómodo.